A. G. El amor no depende tanto del corazón como del cerebro. Así lo afirman los neurólogos, quienes aseguran que gracias a los avances que se han producido en técnicas de neuroimagen se han podido determinar gran parte de los circuitos cerebrales, las estructuras neuronales y los neurotrasmisores que hacen que nos enamoremos. La SEN –Sociedad Española de Neurología– indica que tanto el amor como la fidelidad poseen una clara base neurológica, donde neurotransmisores como la adrenalina, la dopamina, la serotonina, la oxitocina o la vasopresina son elementos fundamentales para comprender por qué nos enamoramos.
Imagen y texto(literal), sacado de La Opinión .
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